Se utiliza ampliamente como combustible para calefacción, cocina, automoción y procesos industriales. El GLP se almacena y transporta en contenedores presurizados y se utiliza habitualmente en los sectores residencial, comercial y agrícola. Debido a su portabilidad y versatilidad, el gas licuado de petróleo también se utiliza como combustible en zonas rurales, donde no se dispone de gasoductos de gas natural.
Aunque generalmente es seguro cuando se manipula correctamente, el GLP es altamente inflamable y puede plantear riesgos de explosión si se producen fugas. En espacios cerrados, el GLP puede desplazar al oxígeno y provocar asfixia. Se añaden odorantes especiales al GLP para ayudar a detectar fugas, ya que el gas en sí es inodoro.
Más información sobre el gas licuado de petróleo (GLP)
Cómo detectar el GLP
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