Dióxido de carbono: ¿Cuáles son los peligros en la industria alimentaria y de bebidas?

Casi todas las industrias deben vigilar los peligros de los gases, y la industria alimentaria y de bebidas no es una excepción. Sin embargo, existe una falta de concienciación sobre los peligros del dióxido de carbono (_CO2) y los peligros a los que se enfrentan quienes trabajan en esta industria._{El CO2 es} el gas más común en la industria de la alimentación y bebidas porque se utiliza en la carbonatación de bebidas, para propulsar bebidas al grifo en pubs y restaurantes y para mantener fríos los alimentos durante el transporte en forma de hielo seco. También se produce de forma natural en los procesos de fabricación de bebidas mediante agentes leudantes como la levadura y el azúcar. Aunque_{el CO2} pueda parecer inofensivo a primera vista, ya que lo exhalamos con cada respiración y las plantas lo necesitan para sobrevivir, la presencia de dióxido de carbono se convierte en un problema cuando su concentración aumenta hasta niveles peligrosos.

Los peligros del_CO2

El dióxido de carbono se encuentra de forma natural en la atmósfera (normalmente un 0,04% en el aire). El_{CO2 es} incoloro e inodoro, más pesado que el aire, y tiende a hundirse en el suelo. El_{CO2 se acumula} en sótanos y en el fondo de contenedores y espacios confinados, como cisternas o silos.

Dado que_{el CO2 es} más pesado que el aire, desplaza rápidamente al oxígeno y en altas concentraciones puede provocar asfixia por falta de oxígeno o aire respirable. La exposición al_{CO2 es} fácil, especialmente en un espacio confinado como un depósito o un sótano. Los primeros síntomas de la exposición a altos niveles de dióxido de carbono incluyen mareos, dolores de cabeza y confusión, seguidos de pérdida de conciencia. En la industria alimentaria y de bebidas se producen accidentes y muertes debido a una fuga de dióxido de carbono. Si no se aplican métodos y procesos de detección adecuados, todas las personas de una instalación pueden correr peligro.

Monitores de gas: ¿qué ventajas ofrecen?

Cualquier aplicación que utilice dióxido de carbono pone en peligro a los trabajadores, y la única forma de detectar niveles elevados antes de que sea demasiado tarde es utilizar monitores de gas.

La detección de gases puede ser fija o portátil. La instalación de un detector de gas fijo puede beneficiar a un espacio más grande, como salas de instalaciones, para proporcionar una protección continua de la zona y del personal las 24 horas del día. Sin embargo, un detector portátil puede ser más adecuado para la seguridad de los trabajadores dentro y alrededor de la zona de almacenamiento de botellas y en espacios designados como confinados. Esto es especialmente cierto en el caso de bares y puntos de venta de bebidas para la seguridad de los trabajadores y de quienes no están familiarizados con el entorno, como conductores de reparto, equipos de ventas o técnicos de equipos. La unidad portátil puede engancharse fácilmente a la ropa y detectará bolsas de CO2_mediante alarmas y señales visuales, indicando al usuario que debe desalojar inmediatamente la zona.

Los detectores de gas personales controlan continuamente el aire en la zona de respiración de los trabajadores cuando se llevan correctamente, para proporcionarles una mejor concienciación y la información que necesitan para tomar decisiones inteligentes ante el peligro. Los monitores de gas no sólo pueden detectar el dióxido de carbono en el aire, sino que también pueden alertar a otros si un empleado está en peligro. El dióxido de carbono puede controlarse con un monitor de un solo gas o con un monitor multigas con un sensor específico de dióxido de carbono. Es importante tener en cuenta que el dióxido de carbono puede alcanzar niveles peligrosos antes de que se active la alarma de un sensor de oxígeno.