Funcionamiento de los sensores PID
Los sensores PID funcionan utilizando luz ultravioleta para ionizar las moléculas de gas. Estos sensores contienen una lámpara UV que emite luz para descomponer los COV en iones, produciendo una corriente proporcional a la concentración de gas. Utilizados habitualmente en ámbitos como la seguridad industrial, la vigilancia medioambiental y la manipulación de materiales peligrosos, los sensores PID desempeñan un papel crucial para garantizar la seguridad de los trabajadores y prevenir riesgos para la salud en entornos contaminados.
- Precisión
Los sensores PID ofrecen una gran precisión en la detección de COV, lo que los convierte en una opción fiable para las industrias en las que las fugas de gas o las emisiones de COV plantean graves riesgos. Miden concentraciones en partes por millón (ppm) o incluso inferiores. Sin embargo, factores ambientales como la humedad, la suciedad y la presencia de gases interferentes pueden afectar a su precisión. La calibración y el mantenimiento periódicos son necesarios para garantizar la precisión, y los fabricantes suelen recomendar la recalibración en función del uso y las condiciones ambientales. A pesar de las posibles vulnerabilidades, los sensores PID siguen siendo fiables por sus rápidos tiempos de respuesta y su capacidad para detectar concentraciones de gases de bajo nivel.
- Fiabilidad
Los detectores de fotoionización suelen ser fiables, pero su rendimiento puede verse afectado por la contaminación de la pila de electrodos y la degradación de la lámpara UV. Los sensores contaminados pueden seguir funcionando, pero pierden sensibilidad en la detección de COV. Aunque la vida útil de la lámpara de un sensor PID puede durar hasta 5.000 horas, su rendimiento puede degradarse en entornos sucios o muy contaminados, por lo que una limpieza periódica y una manipulación adecuada son esenciales para prolongar su vida operativa.
- Mantenimiento
El mantenimiento de los sensores PID implica la limpieza periódica de la lámpara UV y la pila de electrodos, así como la recalibración. La frecuencia del mantenimiento depende del entorno en el que se utilice el sensor. En entornos limpios, puede bastar con una calibración mensual, mientras que en entornos contaminados se requieren comprobaciones más frecuentes. La sustitución de la pila de electrodos y la limpieza de la lámpara son fundamentales para garantizar que el sensor siga funcionando con precisión. Es posible que los sensores PID deban sustituirse antes en entornos con altas concentraciones de COV o contaminación por partículas. Las pruebas funcionales y la calibración periódicas pueden identificar los sensores defectuosos antes de que supongan un riesgo para la seguridad.
Limitaciones de los sensores PID
- Sensible a la humedad y a los entornos sucios
- La pila de electrodos tiene una vida útil limitada, especialmente en lugares contaminados.
- Requiere un mantenimiento regular para garantizar su correcto funcionamiento
- La degradación de la lámpara con el tiempo reduce la sensibilidad
- La interferencia de ciertos gases puede afectar a la precisión
Aplicaciones de los sensores PID
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